Dora Barrancos: «La Teoría Política más renovada está en manos de mujeres»

Dora Barrancos: «La Teoría Política más renovada está en manos de mujeres»

En el marco de su participación en la “Mesa de estudios de género y feministas en Ciencias Sociales” de las 4tas Jornadas de Ciencia Política del Litoral organizadas por la UNL, Revista Politikón dialogó con la Dra. Dora Barrancos acerca de feminismo, academia y los cambios que debe acompañar la Ciencia Política.

¿Cuál es tu opinión acerca del ingreso de ciertas demandas del feminismo a la agenda pública, y cómo pensas que el Estado logra absorberlas o transformarlas de alguna forma en políticas públicas?

– Ojalá pudieramos concretar en políticas públicas todas las demandas de igualdad, de equiparación de derechos, creo que estamos bastante lejos de una impregnación en políticas públicas de las demandas de la agenda feminista. Lo que sí me gustaría subrayar es lo que hemos logrado en materia de movilización. En particular las más recientes derivadas de la lucha contra la violencia endémica hacia las mujeres (de la cual es claro reflejo Ni Una Menos). A raíz de esto se fue generando una extraordinaria expansión que logró sensibilización e identificación masiva con el feminismo.

Las mujeres de nuestro país lograron identificar al feminismo con ellas mismas, y esto es resultado de la interpelación pública que hace el movimiento de mujeres. Este proceso alcanzó tal amplitud que hoy estamos a un paso de lograr la legalización del aborto seguro y gratuito. En ese sentido sí me parece que hemos avanzado en materia de lo público, en una “publicización”, en una manifestación pública de esa lucha, que se ve muy claramente en la extraordinaria agenda y movilizaciones en torno al debate parlamentario del aborto. En esto que en realidad es el preámbulo del debate, en que la cámara de diputados está atendiendo a los puntos de vista a favor y en contra. Por un lado, ya hay una movilización muy visible frente al Congreso cada martes y jueves que son los días en los que se están llevando adelante las asambleas públicas. Y luego vamos a tener una gran ola de movilizaciones cuándo el debate efectivamente llegué al plenario de la Cámara de Diputados

Pasando a la agenda feminista al interior de la Academia, y teniendo en cuenta que el feminismo ha llegado a las universidades pero que aún no se termina de plasmar en las currículas, ¿Qué acciones creés que podemos llevar adelante para que esto se concrete efectivamente en transformaciones de las carreras que transitamos?

– ¡Muy buena pregunta! Creo que efectivamente hay que hacer agencia en cada casa de estudio para una reforma curricular. En algunos lugares se ha avanzado en propuestas interesantes, como el caso de La Plata por ejemplo, dónde existe una transversalización del enfoque de género para todas las carreras. Es una iniciativa muy importante porque implica la obligación de que todo el alumnado pase por ese módulo, ya sea que haga una carrera de biología, física o historia, y me parece que esto debe ser emulado. Hay que estar muy atentas, peticionar y accionar para lograr que no se termine tratando apenas de un ghetto curricular de “estudios feministas”, “estudios de las mujeres” o “estudios de la disidencia sexual”, sino que sea efectivamente un mainstream que aproxime a todas las carreras por igual al conocimiento de los derechos que emanan de la condición de la sexualidad humana, y de la dignidad que esto tiene que significar.

También debemos pensar en alterar – aunque esto es un poco más difícil – ciertas estructuras curriculares, pienso por ejemplo en la interpretación biológica de los fenómenos, me refiero a cuestiones muy específicas de esa carrera. Creo que se deben originar debates que pongan en tela de juicio los presupuestos acendradamente biologicistas con los que se pretende interpretar la personalidad y las conductas humanas. Repito que esto es más difícil y mientras tanto es imprescindible esa gesta de transformación curricular que permita una transversalidad de los enfoques de género.

En Ciencia Política sucede mucho que ante los reclamos para incorporar teoría política feminista en la currícula, existe un planteo referido, por ejemplo, a que cuando hablamos de clásicos no existen mujeres.

– Sí hay clásicos. Hay que estimular en el estudio de los clásicos, de la inveterada arquitectura de los clásicos; la relación con lo que podemos decir construcciones sintomales, construcciones semánticas. ¿Por qué no ver en los clásicos cuestiones de género? ¿Por qué no ver la abdicación que hicieron ciertos clásicos en el pensamiento? Por ejemplo Maquiavelo puede leerse con una interpretación interesantísima sobre la masculinidad. Si hubiera una interpretación de la masculinidad regente en los clásicos ya sería una gran manifestación de cambio respecto al enfoque de género en las carreras de ciencia política

Observamos una regularidad tanto en nuestras Jornadas, como en la mayoría de congresos de Ciencia Política, y es que las mesas sobre Democracia están siempre integradas en su totalidad por varones

– Sucede que probablemente la Democracia tenga una genitalidad vaya a saber de qué orden: testoteronica, habría que analizarlo (risas). Lo cierto es que hay un déficit y una invisibilidad sobretodo en este país, en el que hay cientistas políticas de gran envergadura y de gran lucidez. Es un defecto que en este caso se lo vamos a perdonar a la casa – de momento – pero hay que indicar fuertemente que la teoría política más renovada está en manos de mujeres (Carole Pateman, Iris Young, Anne Phillips entre otras). Catharine McKinnon hace una teoría feminista del Estado y es un texto tremendo, lujurioso texto diría yo. Pensemos en cuando ella dice que el orden del Estado, el orden de la Democracia es intrínsecamente masculino y juega a la universalidad, a la neutralidad en “nombre de”. A ese orden hay que demolerlo, hay que deconstruirlo. Hay que animarse a proponer y exigir que estas mesas, (teniendo en cuenta que los congresos tienen dos momentos casi mitológicos: la conferencia inaugural y la de cierre) tengan la porosidad suficiente para reconocer la contribución notable que han hecho las cientistas políticas en Argentina.

* Dora Barrancos es Doctora en Historia por la Universidad de Campinas (Brasil), investigadora de CONICET y Directora del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA).


Crédito fotografía: oleada.com.ar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *