Peronismo visto desde Canadá

Peronismo visto desde Canadá

Hace unas semanas, un estudiante de Ciencia Política de la UNL hizo el intento de encontrar en internet el texto del canadiense Pierre Ostiguy “Peronismo y antiperonismo: Bases socioculturales de la identidad política en la Argentina”, que fue publicado en castellano en la Revista de Ciencias Sociales de la Universidad de Quilmes, allá por 1997. Encontrarlo parecía imposible, y lo era, simplemente porque nunca fue subido a la web. El universitario googleó el mail del autor, y le escribió contándole su necesidad.  Sorprendentemente el autor respondió a los pocos días con la promesa de “ver que se puede hacer”. A las pocas horas envió un nuevo correo más extenso.

En el mismo, Ostiguy se lamentaba de que no existiera una versión traducida más reciente y completa de su trabajo, y explicaba que había buscado su vieja versión publicada, la había fotocopiado y le había pedido al centro digital de la Universidad Católica de Chile que la escaneen en alta calidad. Además, antes del escaneo, había realizado una corrección manual de un error muy importante (sic) de la Figura 2. Error que había salido en la publicación de 1997, por lo que concluía advirtiendo que el archivo adjuntado se trataba de la única versión en castellano autorizada y revisada por el autor de ese trabajo. A contracorriente de la mayoría de los autores “académicos”, solicitó que se le dé toda la circulación posible. Así surgió la necesidad de esta reseña como una excusa para compartir este texto con nuestros y nuestras colegas.

Si bien «“Peronismo y antiperonismo…» tiene casi 20 años, y Pierre Ostiguy continuó profundizando esta investigación, sigue siendo un gran texto para introducirse al resto de la obra del autor, y para analizar el sistema político argentino, especialmente al peronismo. Sí, otro texto sobre peronismo. Los científicos sociales no nos cansamos de escribir (y leer) sobre la fuerza política hegemónica de Argentina desde mediados del siglo pasado. Pero resulta que muchos de esas producciones, como muchas de las teorías políticas y sociológicas que aprendemos en los años de carrera universitaria, tienen sus lecturas situadas en el contexto europeo. Son análisis desarrollados a partir de maneras de hacer política diferentes a las de nuestros países latinoamericanos. Sin dudas, existen cuerpos teóricos “foráneos” que permiten pensar aspectos de nuestras realidades, pero también es cierto que abunda el uso normativista (e incluso moralista) de ellos para “medir” nuestra política a partir de los países del norte. Frente a esto, se erigen teorías nativas, que reivindican lo irrepetible e irreferenciable de las sociedades latinoamericanas para generar cuerpos teóricos propios.

En ese contexto, Pierre Ostiguy se podría encuadrar como un autor globalizado. Nació en Canadá, ejerce la docencia en Chile, y estudia en profundidad el fenómeno argentino favorito de la Ciencia Política internacional, el peronismo. Algunos colegas lo señalan como uno de los peronólogos más respetados de la disciplina. Aún con este cosmopolitismo a cuestas, Ostiguy supo construir una teoría desde y para el caso argentino. Al leer sus textos, la precisión en las reconstrucciones históricas, su lenguaje tan argentino, y lo pertinente de sus análisis ponen en duda su partida de nacimiento.

En “Peronismo y antiperonismo…”, el canadiense plantea, fundamentalmente, dejar en un segundo plano la clásica diferenciación izquierda-derecha que ordena el conjunto de identidades políticas en Europa y países como Estados Unidos o Chile, y propone una nueva variable a tener en cuenta: la dimensión socio-cultural. Ostiguy señala que esta dimensión tiene dos extremos: el “alto” -que corresponde a los individuos “finos”, con prácticas y discursos refinados, que prefieren conducciones políticas formalistas y que tienen una cultura cosmopolita- y el “bajo” -con discurso más populares, con preferencia a liderazgos más fuertes y una cultura de reafirmación de lo local. El autor ubica estos dos polos opuestos en un eje vertical, mientras que, perpendicularmente, mantiene los tradicionales ejes horizontales de izquierda y derecha, que responden a propuestas más programáticas.

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Los dos aspectos generan, entonces, un espacio político bidimensional. Una propuesta de izquierda, de centro o de derecha podrá tener dos ubicaciones: una para “lo alto” y otro para “lo bajo”. En este esquema es posible notar, sin mayores problemas, los matices de una izquierda marxista y una izquierda nacional, propuestas que se interferirían (aun siendo disímiles) en el clásico eje izquierda-derecha. La investigación avanza, y en un punto Ostiguy afirma que la mayoría del espectro argentino “bajo” (o todo) está dominado por las propuestas peronistas y, casi en consecuencia, todas las de lo alto corresponden a propuestas “antiperonistas”. El peronismo es entonces, para el autor, el gran ordenador de la política argentina.

Tal conclusión no sólo nos abre múltiples líneas para seguir indagando, sino que también nos lleva nuevamente a la pregunta: ¿más textos sobre peronismo? La respuesta es que sí, el fenómeno político argentino por excelencia sigue tensionando los marcos teóricos clásicos de nuestro campo académico, lo que prueba la necesidad de seguir estudiándolo a través de nuevas teorías que atiendan a las particularidades políticas argentinas, sin verlas como anomalías a corregir.

A continuación, cumplimos con el pedido del autor de compartir el artículo de manera digital a través del siguiente link:

Ostiguy Pierre, «Peronismo y Antiperonismo: Bases socioculturales de la identidad política en la Argentina», Revista de Ciencias Sociales, 1997


 

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